Tienes que revisar el diafragma regularmente para asegurarte de que no tenga agujeros ni roturas llenándolo con agua y comprobando que no chorree o gotee. Si ves que chorrea o gotea, reemplaza el diafragma de inmediato (y no estaría mal que te hagas un test de embarazo si crees que lo usaste y estaba echado a perder).
Inclusive los diafragmas sin roturas deben reemplazarse cada 2 años. Además, tienen que volver a tomarte la medida después del embarazo o si bajaste o aumentaste 10 libras o más (aprox. 5 kilos).