La picazón de 3 meses: Mi batalla con una infección de hongo vaginal recurrente
Las infecciones de hongo vaginal son súper comunes. Esto es lo que deberías saber sobre cómo prevenirlas y tratarlas.
Me senté en el inodoro y por poco me mento un diente de ajo en la vagina.
Un mes antes, los síntomas de una infección de hongo vaginal habían aparentemente desaparecido tras un tratamiento de un día con un supositorio. Cuando sentí que los síntomas volvían, le envié un mensaje de texto a un amig@ que tiene una grado académico en salud pública.
“¿Necesito ver a un doctor porque acabo de tener una infecciónde hongo vaginal?”
Mi amig@ dijo que antes debería intentar curarla con medicamentos sin receta. Tamnbién me sugerío que podría probar con un método menos tradicional, mayormente asociado con vampiros y hongos: insertar un diente de ajo en la vagina para curar la infección de hongo vaginal. Si funcionaba, no hubiese tenido que comprar medicinas y me hubiese ahorrado alrededor de $17.
Tenía ajo en mi cocina, así que decidí probarlo. Un artículo decía que podía meterme el diente durante la noche y ancorarlo al mundo externo con un hilo dental. Esa noche, mi diligente novio Nick usó una herramienta dental para perforar el ajo y asegurar el hilo dental. Nos quedamos dormidos, con el diente de ajo dentro.
Me desperté entusiasmada, fui al baño y tiré del hilo dental. El hilo dental salió; el diente de ajo no. Por suerte, tenía la habilidad de recuperar objetos de mi vagina porque hacía poco que había empezado a utilizar una copa menstrual. El diente salió, y me dije a mí misma, “¿Me siento mejor?”
“¡Creo que funcionó!” Es el mensaje de texto que ingenuamente le envié a mi amig@.
Un par de horas más tarde, el fuego descendió con furia.
Y así empezaron una serie de citas, recetas y búsquedas en Google que duraron desde noviembre hasta enero.
Si crees que tienes una infección por hongos…
Las infecciones por hongos son comunes: Según el CDC (Centros para el Control y la Prevención de enfermedades), aproximadamente el 75% de las mujeres adultas tendrán al menos una en su vida. La Dra. Anne Burke, profesora adjunta de Ginecología y Obstétrica a la Universidad Johns Hopkins, aconseja hacer lo siguiente si crees que tienes una infección:
Si es la primera vez, visita a un proveedor de cuidado de salud para que lo evalúe y para estar segur@ de que sean hongos.
Si tienes vasta experiencia con los hongos, contacta a tu proveedor para descubrir si es suficiente obtener medicamentos sin receta o cree que necesitas un examen. Por cierto, si tienes infecciones frecuentes (3 veces al año o más), definitivamente tendrías que visitar a tu proveedor para saber qué pasa.
Nota: Eres tú quien elige la duración del supositorio según tus preferencias, el tratamiento puede durar de 1 a 7 días. Los más cortos tienen una mayor concentración de medicamento. (Ten en cuenta que los tratamientos más largos pueden funcionar mejor para las infecciones más graves, pero es importante que sigas el curso del tratamiento por completo, inclusive cuando te empieces a sentir mejor).
Visita a tu proveedor si no te sientes mejor en un par de días.
Cuando el tratamiento con el ajo no funcionó, empecé con mi tratamiento:
Mi doctora de cabecera decía que era posible que se tratara de una infección por hongos, pero no podía hacerme ninguna prueba porque estaba con la menstruación. Me dio dos dosis de fluconazol oral. Me tomé uno inmediatamente y el otro después de 3 días.
Fui a Planned Parenthood cuando me di cuenta de que no estaba mejorando y que las vacaciones de año nuevo se acercaban. (Fueron los únicos que me pudieron atender con un solo día de anticipación. ¡mil gracias!). Un@ enfermer@ especializad@ (NP) examinó mi flujo y descubrió que sí que tenía una infección de hongo vaginal y me prescribió supositorios por 3 días. Otra vez se me mejoró durante el tratamiento, pero el dolor volvió con toda su fuerza al cuarto día.
Luego me recetó un tratamiento de doble acción: dos dosis de fluconazol oral + 6 días de supositorios. Me sentí mejor durante el tratamiento y más aliviada que nunca antes.
Junto a estos tratamientos, también probé lo siguiente (basándome en consejos de amigos, familia y conocidos, que no son profesionales de cuidado de salud):
a. Consumir probióticos para la mujer diariamente
b. Tomar agua con extracto de semillas de pomelo (da un gusto peculiar al agua) diariamente
c. Usar ropa holgada (para nada fácil durante pleno invierno en el estado de Ohio)
d. Usar ropa íntima de algodón (que respire, aunque no sea hermosa)
e. El ajo (como lo mencionamos antes)
Qué debes saber sobre los tratamientos y la prevención
¿Qué es lo mejor? La Dra. Burke dice que generalmente las mujeres prefieren el tratamiento con el fluconazol oral (más simple), pero si observas los números, las cremas y los supositorios más fuertes funcionan mejor para algunas especies de hongos. Su consejo más importante para evitar infecciones por hongos es el de evitar las duchas vaginales u otro tipo de actividad que dañe el equilibrio del pH de la vagina.
Según las fuentes de la Dra. Burke, las evidencias no muestran que el tratamiento con el ajo sea efectivo. Poner yogurt en la vagina es otro remedio casero común, sobre el cual hay algunas evidencias limitadas e inconcluyentes. En general, los productos sin perfume y aquellos para la limpieza que no contengan jabón son los más saludables para tu vulva, pero no tienen efecto alguno en los hongos.
¿Por qué una infección por hongos puede durar más de lo normal?
Cuando miro hacia atrás y trato de descifrar qué fue lo que me pasó, pienso en un par de factores que pueden haber contribuido: El invierno estaba empezando en Ohio y tenía la costumbre de ponerme medias y leggings todos los días. Mi casa tiene casi 100 años y no preserva bien el calor, así que algunas veces, admito que estuve un par de días sin bañarme.
Me doy cuenta de que puede que no me haya deshecho completamente de la primera infección que me dió durante el mes de noviembre. Al mirar hacia atrás aún tenía un poco de malestar durante el sexo, pero no era lo suficientemente grave como para preocuparme. La infección puede haber permanecido e empeorado al estar atrapada entre mis medias.
Al final, estar sentada en un escritorio en el trabajo trabajo por 8 horas era desesperante. Me encogía del dolor y cambiaba de posición a cada cinco minutos. Cuando salía con mis amigos, regresaba a casa temprano para poder dormir. Era cuando único no sentía dolor.
Era como si el dolor aumentara con el estrés y estaba continuamente estresada por el dolor. El ciclo continuó.
Si tu infección dura más de lo normal, la Dra. Burke sugiere varios posibles motivos:
Puede que la infección no haya sido tratada por completo o durante el tiempo necesario.
Si no te sientes mejor después de tu primer tratamiento, puede que necesites uno más largo o que tengas una especie de hongo menos común que no responde a los medicamentos usuales.
O puede que no tengas una infección de hongo vaginal. Puede tratarse de una vaginosis bacterial (BV) o de una infección de transmisión sexual (ITS).
Finalmente, llegó el alivio
Después de esos tres meses, un día me desperté y me di cuenta de que no sentía dolor desde hacía un par de días. Con lo dolorosa que fue su aparición, la infección se fue silenciosamente. Ahora, como todas las otras veces en las que he estado enferma, realmente aprecio que mi vagina esté sana y sigo las sugerencias que mis fantásticos proveedores me dieron.
Mi consejo para aquellas que tengan una infección por hongos de larga duración es relajarse y de encontrar un plan de salud personal. Trabaja junto a los proveedores para encontrar una combinación de medicamentos, nutrición, suplementos y alivio del estrés que funcione para ti.
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Kelsey Misbrener es la Editora Asociada de Solar Power World. Es una feminista y amante de los animales que vive en el noreste de Ohio con su pareja, dos conejos y una gata negra llamada Wanda. Pasa su tiempo libre realizando trabajo voluntario para NARAL Pro-Choice Ohio y defendiendo los derechos de las mujeres.
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