Lo que necesitas saber sobre las infecciones del tracto urinario
No esperes, repetimos, no esperes hasta contraer una infección del tracto urinario (ITU) para saber sobre ellas.
Por Lindsey Ellefson.
Crecí en una pequeña ciudad del medio oeste, y la educación sexual en mi escuela pública estaba llena de vergonzosas metáforas para las chicas que tenían sexo antes del matrimonio (comparadas a caramelos lamidos o a pañuelos usados) y ninguna información sobre cómo prevenir el embarazo y las infecciones de transmisión sexual (ITS), en el caso de que uno de esos caramelos decidiera tener sexo. Por suerte, con la ayuda del Internet y de amigos con sabios hermanos mayores, aprendí mucho por mi cuenta y para el momento de la graduación me sentía lista para cualquier tipo de situación. Desgraciadamente, había una cosa muy importante que mis clases y mi investigación personal habían subestimado: las infecciones del tracto urinario (ITU).
Me tocó aprenderlo por las malas un año después, cuando me encontré sentada en el suelo del baño, a la 1 de la mañana con un dolor atroz. Acababa de empezar mi primera relación sexual verdadera y aunque nunca había sentido esa especie de dolor de estómago peculiar y consistente, me resultó clara la conexión entre las actividades de las semanas precedentes y mi situación actual.
¿A quién podría llamar? Si tenía razón y existía una conexión entre el sexo y el dolor, no iba a llamar a mis padres. No sabía si era algún tipo de ITS y tampoco quería acusar a mi nuevo novio antes de tener más respuestas. De hecho, me encontré preguntándome si se debía a un castigo cósmico por no haber esperado a estar casada para tener sexo, como decía mi maestra de educación sexual de la secundaria. (Te cuento de antemano que no era así).
No tenía idea de lo que me estaba pasando, por qué me estaba partiendo de dolor, o por qué pensaba continuamente que tenía que hacer pipí y corría al baño para simplemente descubrir que no lo necesitaba. Me pasé la noche en el baño. Todos los sitios web decían lo mismo: que tenía una ITU, cuya causa era un flujo de bacterias cerca de la abertura de la uretra. Y lo único que podía pensar era: ¿por qué no sabía que esto podía llegar a pasar?
Parece ser que no soy lo única que tiene este determinado punto ciego cuando se trata de salud sexual. Contacté un par de amigos y todos tenían una historia parecida: sabían, al menos de manera general, cómo prevenir las ITS y el embarazo antes de tener sexo, pero fueron tomados por sorpresa al frente de una ITU, y solo se dieron cuenta de la relación entre el sexo y las misteriosas ganas de orinar después de haberla contraído. Más del 50% de las mujeres contrae una infección del tracto urinario al menos una vez y el 80% de ellas tuvo sexo durante las 24 horas anteriores. No puedo parar de pensar en cuántas infecciones dolorosas y cuántas largas visitas se podrían evitar si la gente estuviera más informada acerca de esto.
Para evitar que otras jóvenes mujeres lloren en el baño, o al menos para evitar que corran desde y hacia él, empecemos a ver cómo detectar, tratar y lo más importante, prevenir las ITU.
Detectar una ITU
Los síntomas de las ITU son bastante perceptibles. Estos pueden ser algunos indicios:
Te arde cuando haces pipí.
Sientes la necesidad de orinar a toda hora, pero cuando vas al baño, sale muy poco.
Cuando logras hacer pipí, la orina sale turbia, de un color extraño y/o tiene mal olor.
Te sientes cansada y adolorida, especialmente en la parte baja de tu abdomen.
Tratar una ITU
Si piensas que tienes una ITU, dirígete a un proveedor de cuidado de salud de inmediato. La prueba es súper fácil (hacer pipí en una taza), luego tendrás que ir a la farmacia y muy pronto te librarás del dolor. Existen muchos sitios web que afirman que tienen “remedios caseros” para las ITU, pero las infecciones, en particular las avanzadas, no siempre desaparecen con remedios caseros. Muchos sitios web aconsejan usar jugo de arándano, lo que funciona mejor como medida de prevención que como tratamiento. Existen medicamentos sin receta, como Azo y Cystex que te pueden ayudar hasta el día de tu cita, pero no dependas exclusivamente de ellos. La mejor manera para deshacerte completamente de la infección es a través de antibióticos que requieren receta.
Aprende de mí. Entre el miedo y las dudas, esperé demasiado en pedir ayuda para mi ITU y terminé en la sala de emergencias con sangre en mi orina. Como ves, las infecciones son movedizas y no les gusta estar mucho tiempo en el mismo lugar. Las ITU empiezan en la uretra, la cual está cerca de la vagina y al ano, en un punto fácilmente accesible por una variedad de bacterias. Después emigran, primero a la vejiga y después a los riñones. Esto puede afectar los riñones y causar fiebre alta, sin mencionar la inquietante sangre en la orina, así que no tardes en tratarla.
¿Te acuerdas que no quería involucrar a mis padres o a mi novio? Creo que hubieran preferido que se los dijera la primera noche, en vez de enterarse tres días después en la sala de emergencia. Nunca jamás sientas vergüenza o timidez de poner tu salud en primer lugar.
Prevenir una ITU
Mejor prevenir que curar. Aquí tienes algunas recomendaciones comunes para prevenir las ITU:
Si necesitas hacer pipí, hazlo y no esperes.
Sécate siempre desde adelante hacia atrás.
Mantén la zona limpia usando simplemente agua (algunos expertos de salud sexual dicen que no deberías usar jabón en la vulva). Por ningún motivo debes usar jabón en la vagina, ni tampoco duchas vaginales, ya que estas pueden causar infección.
Bebe mucha agua (de 6 a 8 tazas al día).
Hay pruebas que indican que beber jugo de arándanos puro (sin azúcar) ayuda a las mujeres con ITUs recurrentes a tener menos infecciones.
Evita la ropa íntima ajustada y opta por aquellas con entrepiernas de algodón.
El mejor consejo para la prevención de una ITU: mi último consejo viene por parte de una amiga que contrajo de repente una ITU después de volverse sexualmente activa: “Me hubiera gustado saber lo fácil que era prevenirlas. Basta con hacer pipí después del sexo.”
Eso es lo que su doctor le dijo, y al final es lo mismo que me dijo el mío. Desgraciadamente, tuvimos que hacer frente a dolorosas infecciones y a considerables copagos para llegar a la oficina de nuestros doctores y escuchar esta simple pero crucial pizca de sabiduría. Así que aprende de nuestra experiencia, diviértete, y no te olvides de ir al baño después.
*Nota del editor: La mayoría de estos consejos para la prevención son creencias populares y recomendaciones por parte de profesionales de cuidado de salud, pero no han sido necesariamente controlados en pruebas clínicas.
— Lindsey Ellefson es una escritora y activista que se dedica a luchar por la justicia reproductiva y al promover el positivismo sexual. Puedes seguirla en Twitter @lindseydawn_ para estar al corriente sobre ella y sus últimos trabajos.
¿Cómo te sientes acerca de éste artículo?
Encuentra un método que se adapte a tu cuerpo y a tu vida con nuestra herramienta interactiva para explorar métodos.
Ver métodos anticonceptivos