Efectos secundarios: los buenos, los malos y los temporales

No te vamos a mentir: a veces los anticonceptivos tienen efectos secundarios, y a veces esos efectos secundarios son un fastidio. Pero se nos ocurren (como mínimo) tres razones para que esto no te deprima o te haga desistir de protegerte de un embarazo accidental.

1) Sobre gustos se rompen géneros

Cada cuerpo es diferente y el método que no funciona para una persona, podría ser perfecto para otra. ¿No nos crees? Chequea todas las diferentes experiencias que tiene la gente con los anticonceptivos.

Además, lo que para una persona es una ventaja para otra es una desventaja. Por ejemplo, la regla: algunas personas adoran no tener la regla, y otras están desquiciadas si no la tienen. ¿La conclusión? La única manera de averiguar cómo va a funcionar un método con tu cuerpo y estilo de vida es hablar con tu proveedor de cuidado de salud y probar diferentes opciones hasta encontrar tu compañero ideal.

2) Efectos secundarios positivos

No todos los efectos secundarios de los anticonceptivos son malos. De hecho, muchas mujeres usan anticonceptivos con hormonas por otros motivos más allá de prevenir el embarazo. Por ejemplo, algunos métodos anticonceptivos pueden:

• ayudar a reducir la intensidad o el dolor de la regla

• ayudar con el acne

• ayudar a evitar quistes ováricos o

• reducir el riesgo de cáncer de ovario.

3) El tiempo juega a tu favor

Muchos de los efectos secundarios asociados con los anticonceptivos desaparecen a medida que tu cuerpo se adapta al nuevo método. Así que si hace poco empezaste con un nuevo método y tiene efectos secundarios que no te gustan, vale la pena esperar unos meses a ver si las cosas mejoran. Si después de 6 meses el método sigue sin gustarte, no te conformes, ¡prueba con otro!

¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes de los anticonceptivos? Cada método es diferente y cada cuerpo también, y a mucha gente los anticonceptivos no les provocan efectos secundarios. Para aquellos que sí, estos son algunos de los más comunes:

• Sangrado. El sangrado, o pérdidas entre una regla y otra, es bastante común cuando empiezas a usar la inyección, el implante, el DIU hormonal o la mini-píldora. Hay un gran chance de que esto pase a los pocos meses, hasta es posible que tu regla directamente desaparezca . Aquí tienes más información (en inglés) sobre las causas del sangrado y qué hacer al respecto.

• Dolor de cabeza, náuseas, dolor o sensibilidad en los pechos, cambios en el deseo sexual. Estos efectos son posibles con la mayoría de los métodos con hormonas, aunque mucha gente no experimente ninguno de ellos.

Hay quienes vinculan el uso de anticonceptivos con el aumento de peso o la depresión. Estudios realizados a miles de mujeres han demostrado que algunas aumentan de peso, otras mantienen su mismo peso y otras pierden peso al usar anticonceptivos con hormonas (hay una excepción: los estudios han identificado una relación entre el aumento de peso y el uso de la inyección). Lo mismo para la depresión: sobre la base de estudios realizados a un montón de mujeres que usaban anticonceptivos con hormonas, algunas cayeron en una depresión y otras salieron de una depresión. Por lo tanto, en promedio para todas estas miles de mujeres, no es posible establecer una relación clara entre el aumento de peso o la depresión y los anticonceptivos con hormonas. Aún así, tú eres quien mejor conoce tu cuerpo, así que si sientes que el método anticonceptivo está provocando un efecto negativo, no sufras en silencio. Habla con tu médico para probar un método distinto.

Un dato importante sobre las hormonas de los anticonceptivos.

Ten en cuenta que no todos los anticonceptivos con hormonas son iguales; puede haber diferencias abismales, en especial entre los métodos que contienen tanto progestina como estrógenos y los que contienen solo progestina. Así que si te preocupan ciertos efectos secundarios o riesgos para la salud, un proveedor de cuidado de salud puede ayudarte a determinar qué métodos tienen menor probabilidad de causar estos riesgos o efectos.

No des por hecho que porque tuviste una mala experiencia con un método, otro método no funcionará para ti, o porque otra persona tuvo una mala experiencia con un método, tú también la tendrás. Cuando se trata de encontrar un método anticonceptivo que adores, ¡nunca te des por vencida!