Sin dolor no hay ganancia: el proceso de inserción del DIU
A diferencia mía, debes prepararte para el proceso y tomar algunas medidas con anticipación.
Por Lena Chen. La versión original de este artículo fue publicada el 11 de noviembre de 2009 en SexReally.com.
Ojalá pudiera decir que fue fácil obtener el DIU una vez que tomé la decisión de terminar mi relación amorosa con la píldora. En realidad, tuve que esperar tres visitas antes de poder convertir mi útero en uno a prueba de bebés. Primero mi médico me pidió que me hiciera una prueba de Papanicolaou y una prueba de ITS. Mis esfuerzos se vieron retrasados aún más debido a un resultado anormal en mi prueba de Papanicolaou. Después que una prueba de laboratorio determinó que las lesiones cervicales que tenía eran menores y que no había motivo de alarma, finalmente me encontré cara a cara con una caja de un pie de largo que contenía mi DIU. Afortunadamente, el tamaño engañaba.
El DIU Mirena en realidad mide menos de 1,5 pulgadas de largo. Sin embargo, ese pequeño dispositivo fue el responsable de la experiencia más dolorosa de mi vida, y lo dice alguien que se ha hecho cinco piercings y un tatuaje. Sin anestesia ni ningún tipo de analgésico recetado, gemí de dolor con mi novio a mi lado mientras el médico ponía el DIU en su lugar. Sentí cólicos intensos (similares a las contracciones, me imagino) inmediatamente después de que me lo insertaran en mi cuerpo. Completamente alterada por la invasión de este objeto extraño, me temblaban las piernas y me castañeaban incontrolablemente los dientes. De repente le agarré la mano a mi novio y le dije al oído: “no me dejes elegir otra cosa que no sea una cesárea si alguna vez decido tener hijos.”
Probablemente eso sea lo más cerca que he estado a vivir la experiencia de un parto, pero luego de superar la prueba inicial, la verdad es que no tengo ni una sola queja sobre el DIU. A pesar de una primera semana con cólicos y sangrado (lo que puede durar varias semanas), la verdad es que he estado bastante contenta con el DIU, el cual volvió innecesaria la molesta píldora anticonceptiva. ¿El costo total por cinco años de un útero libre de preocupaciones? $0. Mi póliza de seguro cubre la totalidad del dispositivo y el procedimiento de inserción. Compara eso con los $480 que me cuesta mi píldora genérica por cinco años.*
A diferencia mía, debes prepararte para el proceso de inserción y tomar algunas medidas con anticipación. Una de mis amigas, que comenzó a usar el DIU al mes siguiente de haber dado a luz a su primer hijo, afirmó que incluso duele más que un parto. En cambio, muchas otras mujeres me han dicho que la inserción no es más incómoda que una prueba de Papanicolaou. En mi opinión, en cualquiera de los casos es mejor prevenir que curar. A menos que tengas la absoluta certeza de poder soportar mucho dolor, irse por el camino completamente natural puede conducirte hacia un intenso despertar cervical.
Estas son algunas cosas que pueden ayudarte a evitar tener una experiencia como la mía:
Dile sí a las drogas. Desconfío tanto del abuso de medicamentos sin receta que ni siquiera tomo ibuprofeno para los dolores de cabeza, pero en los días después de la inserción de mi DIU, los analgésicos fueron mi única arma contra los terribles cólicos que de lo contrario me hubieran dejado incapacitada. Después de tu cita, mantén el Midol a la mano o cualquier otro analgésico que alivia el dolor abdominal inferior y los síntomas menstruales. Otra cosa que puedes probar es tomar analgésicos antes de tu cita de inserción.
Aprovecha la llegada de tu regla. Programa la cita para que coincida con tu ciclo menstrual ya que el cuello de tu útero estará ligeramente dilatado durante esos días. No te preocupes de lo que pensará tu ginecólog@ del estado de las cosas ahí abajo. Están acostumbrad@s y muchos probablemente te recomendarán esperar hasta que te baje la regla de todos modos.
El sexo violento está absolutamente prohibido (al menos durante la primera semana). El cuello del útero no soporta ningún tipo de choques extremos por un tiempo. Aunque yo sólo necesité un par de semanas para recuperarme, una de mis amigas me dijo que el sexo con penetración fue incómodo durante el primer mes. Si no puedes esperar, intenta tomarlo con calma o prepárate para sentir cólicos intensos cuando termines.
Prueba con el calor. Las almohadillas térmicas adhesivas (del mismo tipo que consigues en las farmacias para lesiones deportivas o dolores menstruales) pueden ayudar a aliviar las molestias a lo largo del día. En casa, una bolsa de agua caliente o una manta eléctrica también funcionan muy bien.
Existen otros métodos anticonceptivos que no requieren un incómodo proceso de inserción, pero para muchas mujeres el DIU produce relativamente pocos efectos secundarios y funciona muy bien durante años. Los DIU con hormonas que liberan progesterona tienen un nivel relativamente bajo de hormonas en comparación con otros métodos anticonceptivos hormonales. Si crees que puedes ser valiente y soportar lo que te espera en la mesa del ginecólogo, considera la opción del DIU. Es un método económico, infalible y ampliamente disponible.
*Nota del editor: este artículo fue escrito antes de que la Ley de Cuidado de Salud ordenara que las compañías de seguros tienen que cubrir todos los métodos anticonceptivos aprobados por la FDA sin gastos directos de tu bolsillo. En la actualidad, tanto el DIU como las píldoras genéricas están cubiertas. ¡A veces los cambios son buenos!
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Lena Chen es una bloguera, escritora y conferencista sobre sexo, género y feminismo. Sus escritos han sido publicados en The New York Times y Newsweek.
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