¿Qué se siente cuando te quitan el DIU?
Yo sabía que mi DIU simplemente no era para mí, pero no sabía qué esperar cuando llegó la hora de quitármelo.
Al principio, me parecía que tener un DIU era una opción buenísima. Me lo podía poner y olvidarme de él, y desde que me pusieron el Mirena, podía esperar tener reglas mucho más ligeras hasta por 8 años. Aunque tuve calambres después de que me lo pusieron, un par de días después me sentía absolutamente mejor.
Así que, puedes imaginar la ola de pánico que me sumergió cuando un par de semanas después, empecé a tener sangrados abundantes y dolores abdominales agudos que me dejaban paralizada y tocándome la panza en la sección de productos del supermercado. Todo empeoró a lo largo del mes, y cuando pedí una cita con mi proveedora de cuidado de salud para ver qué pasaba, estaba segura de que mi DIU había sido, como mínimo, se me había salido parcialmente. Pero una vez que estaba en la camilla, cuando mi proveedora me examinó , me dijo que mi DIU aún estaba allí y que todo estaba bien. Parece ser que, en mi caso, la intensidad de los efectos secundarios preliminares del Mirena estaba por encima de la media. Mi proveedora me dijo que los efectos secundarios desaparecerían en algún momento, pero agregó que podría sentirlos por un par de meses, antes de que se me pasaran. Miró entre mis piernas y me preguntó qué quería hacer. Tomé una pausa, un respiré profundoamente y le dije, “sácamelo.”
Pensé en quitarme el DIU apenas empezaron los calambres, pero no tenía idea alguna de cómo era el procedimiento. En el internet, encontré información sobre la inserción del DIU, pero sin importar cuantas veces busqué desesperadamente en Google, en el medio de la noche, no pude encontrar nada que respondiera a mi pregunta sobre cómo sacarme el DIU. ¿Duele? ¿Qué tipo de instrumentos se utilizan? y, ¿ Vamos a confiar en que usuario de WebMD con el supuesto nombre ‘amantedecaballos336’ (en realidad no es un usuario de WebMD, pero un claro ejemplo) sabe algo de esto?
Según Linda Domínguez, enfermera al Southwest Women’s Health de Albuquerque, Nuevo México, parece haber una falta general de información creíble sobre la remoción del DIU.
“El temor a lo desconocido y el obtener información a través de fuentes sin credibilidad es un problema grave para nuestros pacientes. Hay mucha información mal redactada y hasta falsa, que se publica en el web, así que hay que estar atentos cómo obtenemos la información.”
No hay duda de que tenía “temor de lo desconocido” cuando mi proveedora se preparaba a quitarme el DIU. Había leído algunos comentarios al azar en línea, que decían que quitarse el DIU eran tan doloroso como ponérselo, o inclusive más y ya podía sentir que mi cuerpo se ponía tieso, se preparaba para lo peor. Solamente esperaba que todo pasara rápido.
Ya que no podía ver exactamente lo que estaba pasando, le pedí a mi proveedora que me guiara paso a paso por el proceso. (Recomiendo hagas esto con cualquier procedimiento que te hagan en tus partes privadas). Ya había inserido el espéculo, así que eso estaba hecho. Me dijo que iba a agarrar las cuerdas de mi DIU con pinzas y que podría sentir el ligero sonido de un ‘clic’, y así fue. Después me dijo que respirara profundamente , que lo mantuviera y que exhalara. Cuando exhalé ya todo había terminado. De principio a fin, la operación duró unos 10 segundos.
El tipo de molestia que sentí se puede comparar con la sensación de quitarse un tampón, pero por alrededor de 2 segundos, lo que siguió fue una amplia y maravillosa ola de alivio. Me sentía infinitamente feliz al saber que el objeto que me causó tanto dolor estaba finalmente fuera y que podía empezar a utilizar otro método anticonceptivo.
Desde ese momento volví a utilizar la píldora anticonceptiva que usaba antes y estoy muy feliz.
Es importante tener en cuenta que el proceso de remoción del DIU es distinto para cada persona. Domínguez dice que el tipo de sensación puede variar desde un dolor parecido a un calambre menstrual hasta no sentir dolor alguno, porque “cada uno de nosotros tiene los ‘nervios conectados’ de manera diferente. Además, siempre existe el pequeño riesgo de que el procedimiento de remoción cause complicaciones (lo cual es un buen motivo para que un proveedor te saque el DIU, y no te lo saques tú misma). En general, es sensato hablar con tu proveedor antes de quitarte el DIU, o antes de dejar cualquier método anticonceptivo.
Mi experiencia con el DIU no fue de las mejores, pero puedo decir que el proceso de remoción fue mucho más simple de lo que me esperaba y prácticamente no tuve dolor. No me arrepiento de haber probado la opción de tener un DIU y en el futuro, aún consideraré este método como una alternativa. Tal vez simplemente pruebe Skyla o Kyleena la próxima vez. ¡Para que te enteres amantedecaballos336!
P.D. Una vez que me quitaron mi DIU, lo vi en una pequeña bandeja de plástico. Después le grité de manera dramática, “¿Por qué me traicionaste?”, y mi proveedor se puso a reír quizás para disimular que estaba preocupado por mi estado mental. Le dije adiós a mi Mirena. Espero que donde quiera que esté sea feliz. Sé que yo lo soy.
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Georgia Hampton es ilustradora y escritora de Bedsider y fotoperiodista autónoma para el Chicago Tribune. Es feminista y aficionada a la astrología; vive en Chicago, en un acogedor departamento en el cual tiene una planta de interior falsa. Cuando no está dibujando úteros o sacando fotos, le gusta mirar Buffy la Cazadora de Vampiros, acariciar perros, tomar agua con burbujas o hacer todo esto al mismo tiempo. Puedes descubrir más sobre su trabajo a georgiahamptonphoto.com.
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